Recuperación de trayectoria
Aprender historia desde los principios pedagógicos es comprender la organización social en la que un pueblo o ciudad está inmerso y que sirve para desarrollar la idea del cambio, diferenciar las civilizaciones sirviéndose de los hechos y acudir siempre al presente para explicación del pasado.
Sin embargo el aprendizaje de la historia necesita la aplicación de una metodología, a lo largo del proceso he seguido el de currículo integrado, que implica identificar la naturaleza epistemológica de las disciplinas implicadas; reconociendo cuales son una forma de conocimiento y cuales constituye un campo de conocimiento, siendo la implicación fortuita el dominio de los recursos estimulantes y los métodos para animar, ya que a lo largo del proceso requiere una cuidadosa selección de conceptos principales, ideas y factualidades. Este proceso involucra el método de hacerse preguntas, que en cierta forma es enriquecedor, porque supone desarrollar planos de colaboración entre las diferentes disciplinas y entre el profesor y sus alumnos, manteniendo la actitud de no proceder con preguntas convergentes sino, al contrario, generando nuevas vías de búsqueda, al dirigir preguntas que avanzan hacia un extremo u otro, de acuerdo a la participación del alumnado.
A lo largo de mi formación básica enfrente las lecturas históricas, seguido del método regresivo, donde se explica lo pasado por lo presente, lo lejano, y por tanto lo menos comprensible por lo próximo que es lo primero, tratando de forma la historia humana como evolución y progreso.
En los primeros años de praxis docente seguí parte del proceso formativo, pero los resultados no eran alentadores, por lo que había de innovar en la búsqueda de un proceso que buscara apoyar el gusto por la historia, ya que el conflicto se genera al enlazar los intereses del alumno y la construcción lógica de la ciencia, sin perder de vista que enseñar historia debe estar ligado a la función educativa, pedagógica e instructivas y culturales, es decir que debe:
a- Ofrecer una idea de desarrollo de un pueblo y la vida nacional;
b- Proporcionar lo elementos para comprender el presente;
c- Despertar la conciencia de corresponsabilidad en la vida del pueblo y relacionarla con el amor a la nación o patria.
En cuanto a los materiales presentes para el desarrollo de esta tarea, en nuestros días es basto, sin embargo la utilización requiere de un tiempo mayor al que actualmente se le ha asignado, esto implica buscar la integración dentro de todas las disciplinas y que le permita “sentir los cambios que el tiempo y la civilización conllevan”, por lo que debe se servirse de secuencias de observación directa, mapas, mapas, dibujos, trabajos manuales para reconstruir los objetos, para que el discente interprete el mundo que le rodea a través de sus necesidades y aspiraciones y que variaran sensiblemente a partir del concepto de historia que se desarrolla en el seno de cada sociedad y del grado de madurez historiográfica.
Todo lo anterior implica un reto para el docente de hoy día ante la reforma educativa puesta en práctica hace dos años, porque como docente en función observamos varios problemas, tales como hallarnos desesperanzado ante los resultados que se obtienen: escaso nivel de conocimiento, fracaso escolar, desinterés del alumnado por esta disciplina, etc. Por lo tanto como docentes es importante oír la voces de los expertos o experimentado, para aceptar un cambio de enfoque, investigar más sobre cada tema, el trabajo colaborativo y activo entre los miembros de la comunidad escolar, aparejar el proceso con otras técnicas, realizar la investigación de trabajo de campo, para hacer de la historia más funcional y más receptiva en la vida del discente.
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